Los seis primeros meses
suelen definir la clave del mandato de un Presidente en los Estados Unidos de
América. Sucedió con el “New Deal” keynesiano de Roosevelt, y Trump no parece
que se vaya a quedar a la zaga…
Proteccionismo
a ultranza, menos impuestos e inversiones públicas
en un siglo XXI que se había alejado mucho de las tesis de Keynes. No parecen medidas que surjan de una lógica
económica tradicional, pero es obvio que el nuevo presidente no puede ser
calificado ni de tradicional ni de keynesiano… Parece ser que quiere aplicar a nivel nacional
las medidas que a él le han funcionado en sus negocios.
La cancelación del
Tratado Transpacífico (TTP), acuerdo suscrito entre EEUU y 11 países del
Pacífico (incluye a México, Japón, Singapur o Australia), unida a la
renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del norte en vigor desde
Enero de 1994…deja muy claro que, para Trump, la globalización es responsable directa
de la pérdida de un número importante de puestos de trabajo… con lo que la
solución es proteccionismo puro y duro. Y con China el escenario ya está
montado…
“Compra
americano, contrata americano”, ha sido su lema estrella.
Y la gran medida de
relevancia es una rebaja fiscal generalizada, en una clara apuesta porque la
reducción en la recaudación será compensada por el incremento del Consumo y de
la Inversión, y la correspondiente recaudación fiscal, derivada de la menor
presión fiscal.
Pero lo verdaderamente
importante será realizar un plan muy ambicioso a nivel estatal de obras públicas,
que incluye el famoso muro junto a carreteras, puentes y otro tipo de infraestructuras
(educación, sanidad etc.).
La administración Trump
quiere impulsar la colaboración público privada (PPP o public-private partnership) mediante la concesión a las
empresas privadas de masivos créditos fiscales (llegando hasta un 80% de los
desembolsos iniciales) para que inviertan casi 200 billones USD. El gran secreto de este plan es que el gasto
no afectará a los contribuyentes ya que los ingresos derivados del incremento
de actividad económica compensarán el menor ingreso fiscal inicial.
Recuerden lo que Keynes
escribió en 1933 en su artículo “La Autosuficiencia nacional” : “Produzcamos en
nuestro país cada vez que sea razonable y prácticamente posible, y, sobre todo,
hagamos lo necesario para que las finanzas sean nacionales”.
¿Será
Trump un keynesiano?
Mark
de Zabaleta