Albert
Einstein, tras ganar el Nobel de Física (por sus estudios
sobre el efecto fotoeléctrico y no por la teoría de la relatividad…), impartió
multitud de conferencias por todo el país, y solía viajar en coche con un
chófer… al que un día le comentó que era aburrido repetir siempre lo mismo. El chófer le contestó: “Le he oído tantas
veces que me conozco de memoria su conferencia. Si quiere, cualquier día le
sustituyo”.
Einstein le propuso
hacerlo en alguna Universidad donde no fuera conocido (en aquellos tiempos no había
tanta capacidad en los medios informativos como hoy en día).
Y eso hicieron. Todo iba
perfecto hasta que, tras la conferencia, llegó el turno de las preguntas…y
alguien hizo una pregunta bastante complicada. Como no tenía ni idea, le respondió con astucia: “Su pregunta,
caballero, es tan sencilla que estoy seguro de que hasta mi chófer podría
contestarla, así que dejaré que sea él mismo quien le responda”.
Pero
Mariano no necesita un chófer con tanta iniciativa. Prefiere aplicar su técnica
de partido:
"No hacen más que
echar balones fuera, nunca contestan a lo que se les pregunta"…
Vimos en su día a un
Mariano Rajoy en constante justificación ante el Congreso por sus errores, por
no haber cumplido su programa electoral e intentando demostrar que es más
honrado que nadie presentando una nueva ley de transparencia para tratar de
limpiar su desgastada imagen de corrupción.
Y se le acabó el recurso victimista de que no le quedaba otro remedio
que aplicar los recortes… acusando al
gobierno anterior de todos los males que tiene España.
Ahora ha cambiado de
discurso: es clave no olvidar de lo que exige Europa, porque con la excusa del
control del déficit tienen manga ancha para evitar cualquier iniciativa de la
oposición. Gracias al cuento europeo
siguen con su mayoría en la sombra…
Poco importa que haya
subido el paro, y el IVA, los problemas de la Sanidad y en Educación y el coste
del rescate bancario que han pagado los ciudadanos…
El
discurso mariano supera con creces al del chófer de Einstein…porque, aunque no
tenga ni idea, le siguen votando…
Felices
Fiestas
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