Stuart
Mill
(1806-1873) fue un filósofo, político y economista inglés representante de la escuela
económica clásica y teórico del utilitarismo.
La libertad social según
Mill consistía en poner límites al poder del gobernante, de tal forma que no fuese capaz de utilizar
su poder en beneficio de sus propios intereses y tomar decisiones que pudieran
conllevar perjuicio o daño para la sociedad… lo que denominó como la “tiranía de la mayoría”.
Siendo
utilitarista, sostiene que uno debe actuar siempre con
el fin de producir la mayor felicidad para el mayor número de personas, dentro de
lo razonable.
Quizá su más clara
ruptura con la ortodoxia de la economía clásica fue en la cuestión del Papel Económico del Estado. Subrayó la
importancia económica “civilizadora” del Estado como propulsor de mejoras en
los servicios educativos, sociales y culturales…
Y
una importante función estabilizadora,
siendo bueno que el Estado recogiera, por medio de los impuestos, una parte
creciente de los fondos invertibles y la utilizara para financiar proyectos socialmente beneficiosos.
John
Stuart Mill no veía un Estado dictatorial en su
versión del socialismo: pensaba más en Instituciones Cooperativas Voluntarias
y de Coparticipación entre el Capital y el Trabajo…
Mucho antes que el New Deal de Roosevelt y la Teoría General de Keynes ya estaban
escritas sus ideas…
Y nuestros políticos
deberían saberlo.
Mark de Zabaleta
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